Paula Scher. Inteligencia y lógica.
Estoy dictando de nuevo clases y el primer día pregunte a mis alumnos (8 mujeres y 4 hombres) qué querían aprender en mi clase. Para mi sorpresa, las mujeres querían saber sobre otras mujeres que fueran líderes en el diseño gráfico. Así que me animé a escribir estas publicaciones que estarán dedicadas a mujeres que admiro por su trabajo y por lo que han logrado dentro de esta profesión del diseño gráfico. Aunque parezca mentira, mis jóvenes estudiantes no conocían a esta impresonante diseñadora americana, que estudió artes porque quería ser ilustradora. Al darse cuenta que nunca lograría hacer esto, encontró el diseño gráfico como puerta a lo que le gustaba. Y fue gracias a su profesor de la universidad quién le dijo: ¿y por qué no ilustras con letras? que pudo abrir su mente y entender que de esta manera podía satisfacer su anhelo. Si miramos el trabajo de Paula, nos daremos cuenta ha llevado a cabo este camino durante décadas y que cada vez logra hacer un giro de cómo usar las letras y cómo darles expresión. Ella misma hace una categorización de su estilo por décadas así: empieza por expresionismo, pasa por el pop, se convierte al minimalismo y por último crea sistemas visuales. Paula ha diseñado incontables marcas para la ciudad que ella misma cataloga como su inspiración y es la siempre cambiante Nueva York. Si caminamos por esta impactante ciudad podremos ver la identidad del Hight Line, del Moma y por supuesto del Public Theater, cliente con el que lleva más de 23 años. Este año, acaba de salir un libro de 500 páginas que contiene la recopilación de muchos de sus trabajos. Recuerdo cuando fui por primera vez a Nueva York (tenía 18 años) y estaba en la universidad, caminé hasta Pentagram que quedaba al frente del famoso Flat Building y toqué la enorme puerta. Me abrieron, pero no me dejaron entrar…sin embargo me dieron unas publicaciones que promocionaban su trabajo y entre ellas estaba una del Public Theater. Tengo que admitir que este diseño me ha inspirado muchas veces a trabajar la tipografía de manera constructivista como en la bolsa de la diseñadora Julieta Suárez. Me sorprende la manera en que habla Paula. Es muy inteligente, sabe explicar de manera profesional las causas y consecuencias de una identidad. Cuando nos explica el por qué de un trabajo lo entendemos perfectamente y nos damos cuenta de la lógica que hay detrás de él. Sus últimos trabajos se han dedicado a la intervención de espacios en dónde lleva este juego de las grandes tipografías a escalas monumentales. Me llamó mucho la atención “las letras más grandes del mundo” como lo llama ella. Son kilómetros de baldosas que forman una palabra sobre la costa. Es bellísimo y se puede ver desde los aviones que salen de Nueva York. Hace dos años volví a viajar a esta ciudad y fui al Public Theater porque había visto en la serie de Netflix (Abstact) el nuevo trabajo del lobby hecho por Paula y quería verlo en persona. Es alucinante. Me encantó. Y tomé unas fotos que comparto con ustedes.