Al principio eran sólo el logotipo y el embalaje, pero luego el proyecto se hizo cada vez más grande y me encargué, entre otras cosas, de la dirección de arte para las fotos, el diseño del feed de Instagram, el tono de comunicación, los uniformes, una bicicleta (sí, ¿lees bien?, ¡una bicicleta con cafetería!) y ahora estoy haciendo publicidad para la marca. Me encanta cuando esto sucede porque puedo desarrollar muchas piezas y en cada una de ellas estoy añadiendo más elementos de marca (¿les he dicho que soy un poco barroca?) Porque como decía Paula Scher “una marca es un organismo activo” y con el paso del tiempo la gente interactúa con ella, tú como diseñadora puedes encontrar nuevas formas de expresar su misión, su estilo y su estrategia. Y esa es la historia de mi relación con Dignity (esta marca dedicada a honrar a los caficultores colombianos y su arduo trabajo) esta marca que tiene muchas ideas y proyectos que se van a realizar pronto y en los que espero encontrar nuevos elementos cada vez más hermosos y significativos.